Lo siento...

Vengo a pedirte perdón por todas las malas sensaciones o sentimientos que en algún momento haya podido causarte con mi comportamiento. Supongo que a veces, por querer hacerlo todo perfecto, o por presuponer cosas que no debería he metido la pata. No quiero, bajo ningún concepto, que te sientas incomodo por algo que pueda hacer y/o decir, aunque también soy consciente de que, por desgracia, no todo puede ser perfecto en todo momento. Yo por mi parte intentaré que las aguas sigan su cauce y que todo vaya tan bien como hasta ahora, construyendo todos los embalses que hagan falta para que el rio nunca llegue a desbordarse. Siguiendo con la metáfora, sé que tú eres mejor ingeniero que yo y que tienes más experiencia, por lo que te pediré consejo para saber dónde colocar los embalses y así, entre los dos, conseguiremos que el rio tenga el cauce justo para siempre.